viernes, 25 de mayo de 2012

David Oliveiro


Ayer pasó esto:
Agarré un libro y en eso vino D. Oliveiro. Me dijo que le parecía importante que México saliera adelante. Que los extranjeros dicen que somos un país muy rico, que deberían de mandar a los maestros a que aprendieran el sistema de enseñanza suizo y lo trajeran acá. Bueno, me contó muchas cosas sobre Suiza. Luego me dijo:
- Te doy mil pesos si me dices algún país de Europa y no me sé su capital. (sin Sr. Google, ¿tú harías una apuesta así?)
- A ver... de Finlandia.
- Dime, ¿tú te la sabes?
- Es Oslo, ¿no?
- No, Helsinki.
Así, intentamos con muchos países, también de América Latina. Habló en francés, en portugués, habló de su encuentro con una mujer proveniente de Osaka enfrente del Sanborns, los alemanes parecen más interesados en la historia de México que los mismos mexicanos.
- Dime, ¿qué general venció el 2 de abril?
- ¿Porfirio Díaz?
- Vaya, eres la única que me ha respondido. Todos dicen que Zaragoza. ¿Terminaste la secundaria? (qué halago tan fino :)
- Sí.
Seguimos de ahí a los estadounidenses. Él dijo que los mexicanos creen que no hay inventores mexicanos, pero sí. La NASA se lo llevó a él, a D. Oliveiro a trabajar allá por sus inventos.
- ¿Y qué es lo que inventa?
- Mira, estos son anillos magnéticos.
- ¿Son de cobre?
- El cobre es muy bueno para la salud. Eso lo saben los chinos. Yo le puse adornitos aquí. Este material yo lo inventé, es como el oro pero te dura muchos años. Estos de aquí son imanes poderosísimos. También inventé un aparato para predecir el clima. Nunca se equivoca, es un disco que tiene tres círculos, uno naranja, uno morado, uno azul. El azul es que estará soleado, el morado es que va llover, los tres círculos tienen las letras de todos los nombres, unos aparatos tienen forma de corazón, se lo regalas a alguien y se va a acordar de ti por la mojada que se va a dar si no te cree. Pero también hago otras cosas. Fabrico pirámides, como las de los mayas y los egipcios. Pero son de cobre. Se arman y se desarman. Si pones una botella de plástico con agua, bien cerrada para que no le entre aire, se llena de burbujas. Las pirámides son antenas para atraer la energía del Universo. Los egipcios no andaban tan errados. Yo vi la Piedra de Rosetta, ahí lo dice. Está en Chicago.
Así continuó como por una hora y yo lo escuché. Me explicó eso que yo no entendía de los mayas. Ellos llaman "el fin de la era" a ese periodo de 26 mil años que tarda el sol en dar una vuelta por la Vía Láctea. No sé cómo es eso, pero el sol pasa por el mero centro y "muere" en sentido metafórico. Eso es el fin 23 de diciembre de 2012. Luego nace el nuevo sol y la nueva era, pero los de la NASA no entienden porque provienen de la tradición cristiana y lo relacionan irremediablemente con el Apocalipsis, que sí es destrucción total. (jajaja ilusos) Lo que sí es que tendremos una "iluminación total", vayan a saber qué es eso.
- Entonces San Pablo... y los romanos y los griegos y Alejandro Magno...
Me empezaron a doler los pies. Me interesaba lo que decía pero más el hecho de que me hiciera darme cuenta de qué tan importante es la memoria. Estamos en eso de para qué aprendértelo si está ahí en los libros, ahí en Google. Y sobre todo lo chido de la conversación. Me sentí muy dichosa de estar platicando con él y no en Facebook pretendiendo interactuar.
- Y además de la astronomía, la psicología...
Después de un largo rato de seguir con esos temas, tomó mi mano y dijo:
- ¿Qué signo eres?
- Leo.
- El sol que nos rige. Aquí está la línea de la inteligencia. Aquí la línea de la vida. Pero aquí la de la inteligencia.
- Jajaja, la más corta.
- No, no.
En eso, le dio un beso a la palma de mi mano izquierda.
- Puedes aprender portugués en tres semanas si tú quieres. Yo te hago cantar.
- Bueno, lo consideraré.
- ¿Qué es lo que te gusta de mi amistad? (Desde que me habló sobre las posibilidades de México hasta esta pregunta había pasado una hora y media) Pues, no sé. Es que me gusta escuchar a la gente.
- Una cualidad muy buena para alguien de tu edad.
Quise haberle dicho que valoré también el conocimiento pero más la espontaneidad.
- Te voy a recomendar que compres un rubí. Pequeñito, aunque sea.
Luego sonreí. Como cuando dijo eso de la NASA.
- Tengo fotos, en serio. Tienes qué verlas, estoy ahí antes de subir al cohete...

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