miércoles, 30 de marzo de 2011

Un día de vuelta a Monterrey

Intenté hacer la maleta desde días antes y eso que era una pequeña. Como ya se me ha hecho costumbre, me fui a nadar entre las cajas de libros y mugrerito que tengo, y adivina qué. Me encontré una foto tuya que no recuerdo haberte tomado. Ya no sentí esa espinita en el estómago. Se me olvidó tirar las flores, se me olvidó meter las hojitas en formas de flores. Dejé mi cámara. Ni siquiera sé dónde está el cargador de mi ipod. Ah, ya sé. Ese día ayer, no dormí en la tarde. Aunque había tenido una comida muy interesante, muy deliciosa, no me dormí. Me alteró la llamada de un viejito que no tomó bien el recado. Decía así: Es que se me olvidó el nombre de usted, así que dije que aquí no vivía ninguna Elisa. No. No. No tomé la precaución de anotar el nombre. Era algo sobre su trabajo. No. Ni el teléfono. Era una señorita, dijo que usted tenía que ir al centro mañana a las 11. (Santos caracoles, Batman, estoy en Torreón!).
Pero mi nueva filosofía valequeso que aprendí de ti me hizo mantener la calma, aunque mi pulso ya estaba bien jodidamente alterado. Ya no me pude tranquilizar, en la tarde anduve como abeja, buscando un maldito papel por si me enfermaba. Y luego intenté ver un capítulo de Dr. House, llamada por el sonidito de entrada, tan bonito. Llegó mi papá con medicina, qué bueno, ¿qué haría yo sin mis papás? Luego fuimos por unos tacos, comimos, me puse en internet, mi papá se puso a ver la película de 8 mile y recordé el tiempo en que me gustaba Eminem. Mis años mozos antes de Marilyn Manson y Lacrimosa. Escribí una nota en el tainted beings acerca del Dr. House, luego una nota de amor. Reviso el facebook y me doy cuenta de que cada vez me parece más aburrido, más adictivo.
No podía dormir. No podía decidirme si comprar la almohada o los patines o ahorrar para el carro. O comprar peces y cactus. Luego pensé en Nancy, mi alter-ego. Luego pensé en esa película de La dalia negra. La escena de la escena de la película lésbica. El perrito de mi hermano estaba haciendo ruido en el patio y no pude dormir.
Tuve ese sueño estúpido de Benshorts. Me levanté y me despedí de mi hermano y de mi papá. Acordé con ellos ir en tres semanas. Prendí la computadora y escribí lo de Benshorts. Se me hizo tarde y no me fui en el camión de las 10. Tenía que bañarme, terminar la maleta y almorzar. Me puse de mal humor porque todavía faltaba la maleta y, aunque había acabado de almorzar y de bañarme, me puse nerviosa porque mi mamá me llevaría. Entonces quería hacer todo en 10 minutos, cuando ella se subió al segundo piso dejándome completamente sola y sin ayuda. No tenía mi lonche listo, no tenía agua, no había encontrado la tonta tarjeta. Además tenía mucho mucho sueño, pues sólo dormí 3 horas. Se me había olvidado ponerme desodorante. Y no sé qué otras cosas más habré olvidado, como la cosa para limpiar zapatos. Las notas rosas. La cosa para quitar pelusas. Mi mamá se enojó conmigo porque dice que le grito y le hablo feo. El punto es que, después de haberlo meditado un ratito, llegué a la conclusión de que me hace daño estar ociosa muchos días. No hago absolutamente nada, el extremo de lo que necesito hacer en Monterrey.
No cocino, no me levanto temprano, no hago ejercicio, me duermo en la tarde, todo el día en internet. No hablo con nadie más que con mi mamá, hermano, papá. Mamá, mamá, mamá. Yo creo que nos enfrentamos a la angustia de querer recuperar el tiempo perdido y nos saturamos "horror mil". Al final nos caemos mal. De tanto estar ahí nos acabamos odiando, creo.
De haber casi llorado por no estar con ella en su cumple, terminamos muy mal. Discutimos, pues me enojé porque no dijo que no iba a ayudarme. ¿Tú crees que en Monterrey alguien se iba a preocupar por hacerme el lonche? Maldita niña mimada que soy.
Compré el boleto y me fui sin despedir, para hacerla más dramática. Ya estando en el camión me sentí mal. Mi mamá me lanzó la maldición: "Ojalá que tus hijos no te hagan esto, porque yo no le hice esto a mi mamá" O algo parecido. Ni siquiera sé si voy a tener hijos. Y casi lloro. Pero me repuse inmediatamente con mi capa de mujer macha y me dormí. Ahí fue cuando soñé que les daba un beso en la mejilla a ti y a ti. Me desperté y me di cuenta de que dormí tres horas seguidas, entonces estaba la película donde sale la reina blanca y otro monito guapo, posteriormente el documental de las cosas tecnológicas maravillosas y luego una para niños.
Llegué, limpié el cuarto en dos o tres horas, deshice la maleta y fui al mandado a comprarme una almohada. La rica y deliciosa que me espera ahorita que acabe de teclear estas palabras, o sea, ya.
P.D. ¿Cómo me gasté 800 pesos en un ratito? No lo entiendo.

martes, 8 de marzo de 2011

Tostaditas de pollo

Hoy me di a la tarea de preparar unas sencillas tostaditas de pollo.
Necesitamos:
- Pollo cocido y desmenuzado (ayer cocí uno en caldillo de chile cambray con cebolla y tomate, y 1/2 knorr y 1/2 tomatísimo, lo herví con las verduras y las verduras me las comí, guardé la mitad del pollo)
- un trozo de cebolla en rajitas
- un trozo de pimiento morrón verde en tiras
- cilantro picado
- lechuga picada
- salsa (del primo)
- aderezo mil islas
- aceite y sal

Preparación:
Se acitrona la cebolla con el pimiento en un chorrito de aceite (aproximadamente media cucharadita). Cuando la cebolla se ponga transparente, echar el pollo cocido desmenuzado. Ya que esté doradito ponerlo en unas tostadas. Encima, poner salsa al gusto, luego el cilantro picadito, luego la lechuga y gotitas del aderezo mil islas. Y un toque de sal.